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La lucha contra el racismo, por Menashé Bar On



En un mundo perfecto, los representantes de los estados miembros de las Naciones Unidas y organizaciones no-gubernamentales podrían reunirse para discutir, de manera seria y responsable, el racismo, llegando a un plan para combatirlo. Desafortunadamente, en el mundo que vivimos, esa expectativa –si bien es razonable– no puede cumplirse.

Hace siete años, en 2001, la ONU reunió a miles de representantes en Durban (Sudáfrica) en la “Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia”. Ahora, la “Conferencia de Revisión de Durban”, apodada “Durban 2”, se realizará en Ginebra (2009), como continuación de la primera.

Durban I, que debió ser un encuentro destacado de lucha contra el racismo, se convirtió en una obra extravagante de odio. Más que discutir ese desafío global, los participantes señalaron un país, Israel, describiéndolo, falsamente, como estado racista. Ese foro mundial sobre racismo se transformó en una conferencia que, por sí misma, fue discriminatoria; distinguiendo –para su aprobación– a la única democracia en Medio Oriente.

En tanto Israel –como la mayoría de países democráticos– eliminó, por completo, el prejuicio y la injusticia. Por tanto, no mereció el tratamiento recibido de manos de la Conferencia de Durban de 2001. A pesar de las décadas de conflicto que arrastra Israel, el Estado judío se las arregló para mantener los estándares más altos de democracia y libertad. Está conducido por un gobierno cuyos miembros –tanto árabes como judíos– están dedicados a la paz.

Su legislatura, la Knesset, con árabes –israelíes que representan su circunscripción, debate libremente y legisla, para todos los ciudadanos, cuestiones de interés. Su activa Corte Suprema, que incluye jueces árabes–israelíes, es una de las más cualificadas del mundo y salvaguarda las libertades y derechos no solo de israelíes, sino de nuestros vecinos palestinos.

La dedicación israelí para hacer avanzar la causa de derechos humanos y libertad surge de la larga historia de antisemitismo y xenofobia que causó tanto sufrimiento al pueblo judío. Israel prometió combatir el antisemitismo, junto con todas las expresiones de racismo.

Dado que la primera Conferencia de Durban ignoraba esos hechos, se convirtió en un foro de acusaciones perniciosas e incitación contra los judíos e Israel, con crueles ataques contra el sionismo, difamando al movimiento de liberación nacional del pueblo judío como forma de racismo. Durban I negó la naturaleza, única y especial, del holocausto y presentó un significado distorsionado del término antisemitismo.

El antisemitismo, virulenta y maliciosa forma de racismo, no fue más considerado un flagelo digno de ser combatido. En su lugar, expresiones del “Nuevo Antisemitismo” se hicieron norma. Israel fue llamado “entidad racista” y cuestionado hasta en su mismo derecho a la existencia, llamando, por ejemplo, a “negar al pueblo judío su derecho a su autodeterminación” y reclamando que, “la existencia del Estado de Israel, es una tentativa racista” en clara violación de la definición circulante deantisemitismo de la Unión Europea.

A pesar de las horrorosas experiencias de Durban I, Israel trató de resistir en la esperanza que, la situación, pudiera ser salvada, aun cuando la Asamblea General de Naciones Unidas decidiera, hace dos años, convenir el encuentro siguiente, en Ginebra, el año próximo. Israel esperó la garantía que, la incitación y los desagradables excesos de Durban I, no se repitieran. Pero fue una espera vana. A pesar de los mejores esfuerzos de Israel y de otros países amigos, la Conferencia se encamina a repetir los errores de Durban I.

El instrumento del Grupo de Asia, compilado en el “Documento Preliminar de Resultado”, reproduce, casi textual, el Encuentro de Planeamiento de Teherán de 2001, que condujo a Durban I. Una vez más, ningún país en particular es nombrado, aislado ni distinguido excepto Israel. Por segunda vez, un encuentro con nobles objetivos de Naciones Unidas está siendo pirateado por estados extremistas para su propia agenda, en detrimento de los pueblos oprimidos de todas partes.

Israel no puede participar del festival de odio dirigido a restarle legitimidad a su existencia. Israel no puede permitirse participar en lo que llevará, con certeza, a un tribunal anti- israelí. Por tanto, decidió no llegar a Durban II.

Afortunadamente, Israel no está solo en sus esfuerzos para evitar conferir legitimidad a ese encuentro ilegítimo. Canadá anunció que no asistirá, mientras que otros miembros de UN Western y Others Group (WEOG) indicaron que reconsiderarán su participación. Pero no es suficiente. Ahora es tiempo que las naciones democráticas del mundo apoyen y digan que no participarán de una conferencia que no hace nada para combatir el racismo y la discriminación, sino que, en realidad, legitima el odio y el extremismo. Es tiempo que, aquellos que creen en la igualdad y libertad, digan “no” a Durban II; encuentro que se burlará de aquellos valores que sus miembros suponen que tienen.

Ahora es el momento de evitar que, un foro de la ONU, se convierta en un encuentro unilateral y antisemita, que no tenga nada que ver con combatir al racismo y mucho que ver con su promoción. Este es el único camino para evitar que, futuras conferencias, se descarrilen, de modo que -la denodada lucha contra el racismo- puede llevarse a cabo sin ser contaminada por actividades racistas.

Fuente: La Prensa

Programa Leche y Miel - Arutz Sheva conducido por Rafael Kaufmann








Esta semana en el programa "Leche y Miel" Rafael Kaufmann entrevista como es costumbre al Lic. Gabriel Ben Tasgal editor de Noticias Guysen en Español quien habla sobre la tregua o no-tregua con el Hamas y sobre la actual situación de la "Casa de la Paz" en Hevrón mal traducida como "Casa de la disputa". También participan en el programa el director de la Escuela de Madrijim de Kiriat Moria, Manu Assin quien cuenta sobre los programas del Majón, quienes acuden a él, de que paises y comunidades haciendo incapié en la importante misión del Majón en luchar contra la asimilación. Y por último y a pocos días de Jánuca, la fiesta del aceite es entrevistada la dietista nutricionista Sussy Galer quien da algunos importantes consejos de que es en sí el alimento y como deberíamos relacionarnos hacia lo que ingerimos.

Para bajar el programa a tu computadora o reproductor de música y escucharlo luego, picar con el mouse sobre el siguiente link "Leche y Miel en mp3"

Fuente: http://www.israelnationalnews.com

 
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